Entre ayer y hoy se festeja en Santa Fe el inicio de un nuevo año: el 12.438. Si la cifra resulta extraña, es porque no corresponde al Calendario Gregoriano, que se inicia con la muerte de Jesús, el mesías reconocido por el cristianismo. Se trata de otra visión del mundo, y es la celebración mapuche del Wiñoy Xipantv que saluda un nuevo cambio de ciclo de la naturaleza. Una ceremonia en la que la fuerza de la comunidad permite que el Sol permanezca en el fuego que juntos cuidan y alimentan durante toda la noche, para que regrese tras el día más corto del año, el del solsticio de invierno en el hemisferio sur. La convocatoria es en la laguna El Hinojo, a 12 kilómetros de la ciudad de Venado Tuerto, en el sur provincial.
“La laguna del Hinojo está en el punto de encuentro entre lo que fue el antiguo asentamiento del fortín El Hinojo y un mangrullo. Eran los lugares donde se asentaban en un primer momento, antes de que llegara el Estado argentino, los rankülche, a los que después se castellanizó como ranqueles y se les dio diferentes denominaciones según las conveniencias políticas, para dividir”, explica Amanda Colihueque, lonco (jefa de la comunidad) de la Organización Pueblo Nación Mapuche (OPNM).
“Todo este territorio fue teatro de operaciones del pueblo rankülche en tiempos de la corona borbónica, cuando Rafael de Sobremonte era virrey”, abunda la representante de una nación originaria que, desde el sur argentino y chileno, se expandió al menos hasta el sur santafesino, si bien que con diferentes denominaciones e intercambios culturales –no siempre pacíficos– con otros pueblos. “Hay libros que hablan de la presencia de «araucanos» (nombre dado por los conquistadores españoles) en el sur de Santa Fe, en la época del caudillo Estanislao López. Sin embargo, la preexistencia del pueblo mapuche en esta región no está reconocida”, recuerda Colihueque.
Ayer, desde las 14, los que se sumaron a la convocatoria partieron del Centro Cultural de Venado Tuerto hasta la laguna El Hinojo. Allí, lo primero fue participar de “roles comunitarios”, como el acarreo de agua o leña, y la preparación del lugar para la ceremonia. “Es como decir acá estamos”, sintetiza Colihueque.
“Todo esto antes del atardecer. Luego se consagró a Antv, el sol, en el fuego (kvxal) para mantenerlo encendido durante toda la noche. Es que por esa noche el sol está en ese fuego. Es la fuerza de la comunidad la que le abre la puerta para que vuelva. Esa es la fiesta del Wiñoy Xipantv”, relata la lonco mapuche.
En el amanecer de hoy, se realizará el gellypvm, en que se saluda la aparición del Sol por el Este. También se comparte un desayuno comunitario, la preparación de comidas, ceremonias de agradecimiento y devolución a la tierra y, por último, el desarme del predio para el regreso a Venado Tuerto pasado el mediodía.
Para Colihueque, será la primera ceremonia del año nuevo mapuche después de dos siglos, precisamente desde la creación del Estado nacional. Y en ella se tratará de volver a las costumbres ancestrales, dejando de lado las de los wingka (los no mapuches).
Igual, Amanda aclara que la invitación estaba abierta. En ella se pedía llevar alimentos para compartir durante la noche en la que se mantiene el fuego que refugiará al sol, instrumentos musicales –guitarras, bombos o cajas– y alguna poesía o relato para disfrutar en comunidad. Porque ese es precisamente el espíritu de la convocatoria, tanto para mapuches como para wingkas. “No se puede respetar lo que no se conoce”, es en ese sentido la idea que preside este llamado de las organizaciones del Pueblo-Nación Mapuche residentes en Santa Fe.