Sobre todo pianista, pero también un excelente arreglador como lo mentan otros músicos de la ciudad, y protagonista de innumerables formaciones de distintos géneros, Leonel Lúquez presentará el sábado 19 de marzo su primer disco solista titulado Garúa, en el que reúne una serie de grandes tangos que interpreta en formato de solo piano.
Editado por el sello rosarino BlueArt Récords, el registro tendrá su debut ante el público en el anfiteatro del Parque de España, a las 20,30. Antes de esta presentación, el pianista dio detalles del surgimiento de este disco y de su amor por el tango, que comenzó casi de niño y, fundamentalmente, de su pasión por los arreglos, sobre lo que dijo: “En cierta manera el trabajo del arreglador es darle forma a esa música original, lo único que uno tiene al principio es el esquema melodía-armonía y es un desafío”.
Además de tocar algunos de los impresionantes tangos que integran Garúa en Paraphernalia, un espacio que funciona como disquería de jazz especializada y bar, Lúquez señaló cómo fue la decisión de armar este disco. “Me considero un laburante, siempre estoy ocupado tocando con todo el mundo, participo en muchos proyectos pero nunca en los míos propios y además tengo el problema, entre comillas, de que me gustan muchas músicas, entonces me pregunté si debía grabar un poco de todo, tango, folclore, y surgió eso de que después no se sabe dónde situar el disco, y entonces decidí quedarme con el tango y encontré una serie de arreglos muy interesantes para el piano; nunca había escuchado el tango en formato de piano solo, siempre el piano dentro del cuarteto, dentro de la orquesta y en un momento dije que eso era lo que quería hacer. Había escuchado a (Nicolás) Ledesma o a los más viejos, a (Carlos) García o a (Orlando) Trípodi, también a (Horacio) Salgán, aunque es menos frecuente escucharlos solos, y como a mí me gusta arreglar pensé en hacer mis propias versiones y busqué tangos tradicionales y también algunos más modernos”.
Cuando se le pregunta por la inclusión de Piazzolla con el tema “Preludio 1953”, el pianista responde: “Piazzolla tenía que estar, me pasó algo curioso, porque encontré una serie de partituras que se podrían considerar clásicas donde se nota que el tipo estuvo siempre del lado del tango. Sin embargo me quedé con la versión de ese tema que no es un tango específicamente. Hago también una composición de Omar Torres, un poco a modo de homenaje”.
Una segunda línea debajo de la línea principal
Según Lúquez, la idea del disco surgió durante la pandemia, cuando tuvo tiempo para estudiar el tango en profundidad. Así, la selección de temas es heterogénea, hay tangos tradicionales y otros más modernos “La selección fue una cuestión de gustos, vi aquellos temas que me iban a salir en menos tiempo y después me puse un plazo porque yo soy del tipo de los perfeccionistas que podrían seguir eternamente arreglando un tema y diciéndome que siempre puede estar mejor”.
Sobre su gusto por el tango abundó: “Me acuerdo que cuando era chico miraba el programa de Silvio Soldán y como cantaban tangos clásicos siempre me quedaban fijas las letras. Muchos años después, acompañando un cantante, le soplaba las letras porque me las sabía como si las hubiera escrito yo. Empecé muy de a poco con el tango, acompañando y viendo de qué se trataba. Hice arreglos para un grupo que tenía que tocar tango tradicional y moderno, tenía flauta, bandoneón, violín, guitarra, piano y contrabajo y a partir de ahí ya empecé con otras formaciones, con orquestas que estaban formadas y otras que me pidieron que las arme; grabé un disco de tango con Juanjo Cura y después fui adquiriendo experiencia”.
Cuando se le recuerda el disco Contrastes (2000), que grabó junto al saxofonista Mario Olivera, donde arregló temas de Piazzolla, el pianista se ríe y apunta: “Ahí lo dimos vuelta al tango, había arreglos de Piazzolla para orquesta reducido a un dúo, hice todos los arreglos, era más experimental. Además con Olivera hacíamos jazz y bossa. Siempre estuve cómodo como pianista de jazz, pero también de tango y en la relación entre tango y jazz, hubo muchos tangueros a los que les encantaba el jazz; en este momento quizás me siento más cómodo con el tango porque lo estoy investigando más, ahora me dio ganas de armar la versión 2 de este disco”.
Finalmente, acerca de qué posibilidades le encontró al piano al explorar los temas del disco, que son más bien clásicos, y sobre cómo trabajó los arreglos, Lúquez dijo: “Los tangos que son más ricos melódicamente y más tentadores para arreglar son los de la época de oro (década del 40). La idea para este disco fue siempre reemplazar el tipo de arreglo que se hace en orquesta grande, que es distinto a lo que uno puede pensar como un arreglo para bandoneón solo. Acá hay influencias hasta barrocas, siempre quiero que debajo de la línea principal haya una segunda línea, y ese es un poco el espíritu del arreglo, si la formación tiene más instrumentos es más fácil hacer eso y el contrapunto hace surgir otras cosas. En cierta manera el trabajo del arreglador es darle forma a esa cosa original, lo único que uno tiene al principio es el esquema melodía-armonía y eso es un desafío”.
Las entradas anticipadas pueden adquirirse en la disquería Paraphernalia (Rioja 1070), en la boletería del CCPE (de miércoles a sábados de 16 a 20).