El Centenario fue una marea Verde. Palmeiras le ganó 2-1 a Flamengo en tiempo extra y se quedó con la Copa Libertadores, la tercera de su historia y la segunda consecutiva. En un partidazo lleno de emociones, los de San Pablo se terminaron consagrando tras aprovechar un grave error del elenco carioca: Andreas Pereira la perdió cerca de su área, Deyverson la robó y anotó el gol decisivo que le dio el título.
El 9 del Palmeiras fue el gran héroe de la tarde en el Centenario de Montevideo. Entró justamente para jugar el alargue y fue el elegido para anotar ese tanto y darle oxígeno al ataque de un equipo que se había ido quedando poco a poco, el cual fue muy criticado en su país por su estilo austero de juego y que terminó logrando lo que no sucedía desde hace 20 años: ser bicampeón de la Libertadores, igualando el registro que pertenecía al Boca de Carlos Bianchi.
El Verdao lo arrancó ganando desde el inicio. A los cinco minutos, de un pelotazo llegó el desborde y pase atrás de Mayke y el 1-0 de Raphael Veiga. Desde ahí, fueron construyendo un gran primer tiempo en el que se replegaron y consiguieron que el Fla apenas inquietara, imponiendo las condiciones en un partido muy dinámico.
Pero los de Río de Janeiro reaccionaron tras el descanso y cuando parecía que no era la tarde llegó Gabigol, con un golazo de zurda para el 1-1 y todo cambió. Al suplementario, que fue un volver a empezar de cero, en el cual llegó el momento del héroe y el villano: Deyverson marcó el 2-1 y Pereira quedó tirado y señalado por un error que, literalmente, le costó una Copa a su equipo.