River Plate afrontará esta tarde el partido más duro desde su fundación en 1901, ya que jugará ante Belgrano en la revancha de la Promoción, con la obligación de ganar por al menos dos goles para salvaguardar su rica historia en el fútbol argentino y evitar su primer descenso.
El encuentro se llevará a cabo, a partir de las 15 y con el arbitraje de Sergio Pezzotta, en el estadio Monumental de Núñez, al que finalmente podrá asistir público, algo que estuvo en duda tras los incidentes que protagonizaron simpatizantes millonarios en el partido de ida disputado en Córdoba.
River quedó al borde del abismo tras perder 2-0 en Barrio Alberdi, donde cerca de una decena de hinchas ingresaron a la cancha a los 7 minutos del segundo tiempo en busca de agredir a sus futbolistas y exigirles un cambio de actitud, que motivó la suspensión del juego por espacio de 20 minutos.
En consecuencia, el máximo campeón del fútbol argentino, con 33 títulos, necesita ganar por dos goles para no sufrir su primer descenso a la B Nacional y los organismos de seguridad autorizaron la asistencia de público pero dispusieron un operativo record de 2.200 policías para cuidar lo que suceda en el Monumental.
El equipo de Núñez cuenta con ventaja deportiva en esta Promoción ante Belgrano por ser de la categoría superior, y en caso de que la serie termina igualada en puntos y diferencia de gol (no cuenta como doble el tanto de visitante) seguirá en la Primera División, de la que nunca bajó en su historia.
Sin embargo, el objetivo a cumplir no será nada sencillo porque River atraviesa su peor momento no sólo a nivel institucional, sino también en el marco futbolístico en el que suma ocho partidos sin victorias entre el cierre del torneo Clausura y la Promoción.
Por tal motivo, desde que el plantel regresó de Córdoba se encerró en el Hindú Club de Don Torcuato y allí el presidente Daniel Passarella, otrora DT millonario, se sumó a los entrenamientos para respaldar a Juan José López y a los jugadores.
Según se pudo apreciar en las prácticas del viernes, el equipo presentará seis modificaciones respecto a la derrota en el partido de ida de las cuales tres serán obligadas y tres tácticas, amén de un cambio en el sistema de juego que pasará de un 4-3-2-1 a un 3-4-1-2 más ofensivo.
El capitán Matías Almeyda, Paulo Ferrari y el paraguayo Adalberto Román están suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas, mientras que Rogelio Funes Mori, Carlos Arano y Mauro Díaz dejarán la alineación por decisión del entrenador.
Los volantes Walter Acevedo y Facundo Affranchino y el defensor Jonathan Maidana suplantarán a los sancionados, al tiempo que Juan Manuel Díaz ingresará como zaguero, y los experimentados Mariano Pavone y Leandro Caruso, quienes entraron en la segunda etapa en Córdoba, formarán la dupla de ataque.
De esta manera, los únicos que seguirán en el equipo serán el arquero Juan Pablo Carrizo, Alexis Ferrero en el fondo, Ezequiel Cirigliano y Roberto Pereyra en el medio y el talentoso Erik Lamela, estos tres últimos siendo aún jóvenes promesas surgidas del club y que cuentan con apenas 19 años.
Su rival Belgrano, cuarto en el torneo de la B Nacional, llega no sólo con el ánimo en alza por su victoria en el partido de ida, sino también con la experiencia de saber de qué se trata la Promoción porque es su sexta participación en doce ediciones que tiene esta serie entre Primera y Segunda.
Igualmente, si bien su saldo es de tres triunfos (dos veces se sostuvo en la máxima categoría y una ascendió) contra dos derrotas (ambas por el ascenso), lo cierto es que éstas se dieron de manera consecutiva en la temporada 07/08 (Racing) y 08/09 (Central).
Al Pirata le alcanza hasta con una derrota por un gol para concretar el ascenso, pero no cambiará un ápice en la formación ni en el sistema táctico (4-4-2), según dejó entrever su DT Ricardo Zielinski, respecto al partido de ida.
Empero, la actitud del elenco celeste será de valerse de la desesperación de su rival para lastimar de contraataque en busca de asestarle a River el golpe más duro de su historia.
