Sólo resta saber si el aumento se hará efectivo esta semana o en las siguientes. Es que el próximo 24 de julio serán las elecciones y nadie quiere pagar el costo político de una suba de tarifa para los taxis de la ciudad antes de esos comicios. Lo cierto, y lo que si está claro, es que mientras en el Concejo Municipal se va definiendo cómo quedarán los números y la disputa política aún no se cierra, en la calle muchos usuarios siguen disconformes con el servicio. Imposible es, claro está, poder tener la visión de todos los rosarinos. Pero basta darse una vuelta por la ciudad, sobre todo en horarios donde la demanda crece, para comprobar las críticas de quienes a diario, o de forma circunstancial, requieren del servicio.
Es viernes por la tarde y en la esquina de San Martín y Santa Fe, Daniela y Josefina, dos jóvenes empleadas de la casa central en la ciudad del Banco Nación, de Córdoba y San Martín, esperan por un taxi, según ellas, hace 40 minutos. “Siempre nos vamos juntas porque vamos para el mismo lado y porque yo tengo que pasar a buscar a mi hijo por el colegio ya que mi marido no puede”, relata la primera, quien al instante agrega que van a buscar vehículos a ese cruce de calles ya que encontrar una unidad con la lucecita roja encendida en San Martín y Rioja o en Córdoba y Sarmiento es “casi imposible”. “Ahí la cola de gente es impresionante. Acá demoramos pero por los menos, cuando pasa, generalmente somos menos o estamos solas”, cuenta entre risas Josefina.
A dos cuadras de allí, en San Martín y San Luis, Olga, de 50 años y docente de un colegio de zona norte, y Estela, de 69 y quien dice tener un pequeño comercio en el mismo sector de la ciudad, cuentan que hace 20 minutos aguardan por un móvil. En esa esquina (como también puede verse, por ejemplo, en Mitre y San Luis, en Rioja y Presidente Roca, en Córdoba y Sarmiento, y también el cruce de esa peatonal con Mitre y Entre Ríos) un joven organiza la fila de las personas que aguardan. Las señoras relatan que llegaron al centro para hacer “compras, trámites y visitar al médico”. Si bien admiten que no utilizan el servicio a diario, cuentan que han tenido días en donde debieron “caminar 6 ó 7 cuadras” para encontrar una unidad. “El tema es que vas hasta el macrocentro y pasa lo mismo. Hace poco estuve buscando en la zona de Oroño y Santa Fe y demore un montón”, cuenta Olga. Estela, en tanto, ya con muecas visibles de resignación y una gran bolsa en su mano con mercadería comprada al por mayor en calle San Luis para su pequeño negocio, expresa que no le quedará otra que seguir aguardando. “Con todo esto encima no me puedo tomar un colectivo”, dice.
La postal se reitera, también, en Rioja y Mitre. Allí, Rosa, que ya está jubilada y vino hasta el centro desde zona sur “sólo” para visitar a una amiga –“Ahora que yo no trabajo más me dedico a pasarla bien con amigas”, dice entre risas– cuenta que después de varios minutos de esperar tuvo que llamar a su marido para que la vaya a buscar. “Me parece que en general el problema mayor se da en los horarios pico. A mí me ha costado encontrar a la mañana bien temprano o al mediodía. Y sobre todo, y por supuesto, a la tardecita, Ahí es donde más se complica”, expresa la mujer. Muchos usuarios también plantean críticas por la falta de higiene de algunos móviles y, en menor medida, el trato de algunos choferes.
Los testimonios citados son sólo algunos, tal vez los más representativos, de todos los obtenidos en el largo recorrido que llevó a cabo este medio la tarde del pasado viernes. La imagen típica de quienes buscan un taxi “estirando su cuello” para ver más allá (en algún casos, donde cuando la poca o nula circulación de vehículos lo permitía, parados casi en medio de la calle) en busca del tan esperado móvil sin pasajeros pudieron verse también en San Lorenzo y Mitre, Urquiza y Catamarca, Sarmiento y Tucumán, y en varias cruces de calles en cercanías de Avenida Pelligrini y también el bulevar Oroño, ya en el macrocentro de la ciudad.
Tal vez, el otro lado de este fenómeno se viva en el City Center, el casino de la ciudad ubicado en el extremo sur rosarino. En una nota publicada por este medio el pasado 28 de marzo, Francisco Báez, titular de la Asociación de Conductores de Taxis de Rosario, estimó que más de 4 mil viajes diarios ya se hacen desde ese lugar. Y que esa parada ha pasado a ser la más importante de la ciudad, superando incluso al propio movimiento que se genera en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno. Los “tacheros” destacan que allí pueden brindar un buen servicio por “la seguridad y comodidad” con la que trabajan.
“Está todo bien organizado. Casi no hubo robos en la zona. La gente no demora más de 10 minutos en conseguir vehículo”, relató Báez, quien también agregó que hay alrededor de 250 móviles que ya han tomado la costumbre de trabajar de forma constante en la zona.
Actualmente hay 3.662 taxis habilitados para trabajar en la ciudad. De ellos, poco más de 3.100 están obligados a permanecer en la calle en turnos que tienen entre 12 y 16 horas y los 500 restantes (las últimas chapas entregadas) deben circular todo el día. El conjunto de todas las unidades realizan en promedio unos 150 mil viajes diarios.
Pero claro está, no siempre se desempeñan en sus horarios. Entre junio y julio del año pasado, la última vez que se hicieron pública sanciones a taxistas por incumplimiento del tiempo fijado para circular en la calle, se sancionaron a más de 50 “tacheros”. La multa en general es el retiro de la chapa por entre 5 y 10 días. Desde el municipio dicen estar “conformes” con el servicio.
Por su parte, del lado de los taxistas, las quejas más frecuentes están vinculadas a la inseguridad (especialmente en horario nocturno, ya son varios los barrios y lugares donde decidieron hace rato no ingresar), las complicaciones que les genera el “caos” vehicular que se genera fundamentalmente en el microcentro en los horarios pico, y la falta de peones para lograr cumplir con el cupo de horario exigido para cada unidad. Según el último estudio llevado a cabo por el municipio, se necesitarían 800 peones para cubrir dicho cupo. En la actualidad existen 6 mil empleados trabajando en el sector. Por ello, en el Palacio de los Leones decidieron abrir el mes pasado un curso de capacitación al cual ingresaron 150 aspirantes, quienes pasarán a formar en breve parte de una base de datos donde podrán ser contactados por los titulares.