La noche de los ex Gran Hermano, uno de los programas satélite del famoso reality que emite Telefé, no logra levantar cabeza y comienza a preocupar a las autoridades del otrora canal de la familia. Este viernes por la noche, el ciclo que funciona como una de las tantas cajas de resonancia de la casa más famosa del país logró apenas un promedio de 7.5 puntos de rating, muy por debajo de lo esperado.
Si bien este número le alcanzó para ser el programa más visto de la jornada, está muy lejos de las expectativas de los directivos del canal de las pelotas, que desde el regreso del ciclo esperan para el formato poder superar cómodamente los dos dígitos en un tiempo de bajísimo encendido en la televisión de aire.
Pero sobre todo, el número vuelve a confirmar que la actual edición de Gran Hermano, la tercera de esta última etapa, no tiene el nivel de audiencia de sus predecesores sino todo lo contrario.
Más allá de los intentos por sumar puntos de rating e intentar recuperar el fuego sagrado de un envío que en algún momento tuvo galas de eliminación de 50 puntos, todo indica que el error está en el casting, con algunos personajes poco interesantes y con poco y nada para ofrecer de atractivo a un formato que estaría atravesando una vez más una etapa de agotamiento.