Silvana Teisa se define como metalúrgica y peronista. Fue delegada gremial en 2015 cuando trabajaba como soldadora en Electrolux. En 2019, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) le propuso ocupar un lugar en la lista de precandidatos al Concejo y en 2021 asumió en reemplazo de Eduardo Toniolli, quien renunció para asumir como diputado nacional. Hoy busca renovar su banca, esta vez al frente de la lista, y con el apoyo del Movimiento Obrero Rosario. En diálogo con El Ciudadano, la precandidata a concejala por Juntos Avancemos habló de las problemáticas de las y los trabajadores, y de la necesidad de que el Ejecutivo tome el tema del transporte como prioridad de agenda.
—Antes de ser concejala, fuiste delegada sindical de Electrolux, ¿cómo te acercaste a la política?
—Hace de 2015 que soy delegada gremial. En 2019 mi secretario general me propuso ocupar un lugar en una lista de precandidatos a concejales representando a las trabajadoras y trabajadores metalúrgicos, porque entendía que era más genuino que sea una trabajadora quien ocupe un lugar en la lista y no un directivo o secretario general.
—¿Qué diferencias encontraste entre la militancia sindical y la política?
—La militancia sindical es mucho más efectiva. Tenés un objetivo en común que es representar a tus compañeros, hacer respetar sus derechos, garantizarlos y seguir teniendo conquistas en beneficio de ellos. Si no lo logras, tomás medidas. En la política se habla más de un consenso, pasás a representar a toda la ciudadanía y tenés que ponerte a consensuar o debatir con distintas fuerzas que no tienen tus mismos pensamientos y, a veces, tampoco tus mismos intereses. Es mucho más lento el objetivo cuando se pueda llegar a cumplir.
—¿Te encontraste con alguna dificultad desde tu lugar de mujer?
—El ámbito de donde provengo es muy difícil para las mujeres, sobre todo en la industria metalúrgica y en el gremio donde predominan los varones. En el trabajo cotidiano no tanto. Ahora hay mucho ingreso de compañeras mujeres a la industria metalúrgica, pero en el sindicato y, sobre todo, en Rosario es muy masculino. La Comisión Directiva está integrada por varones, somos muy pocas mujeres delegadas, sólo cuatro de un plantel de más de 100. En personal, siempre fui bien recibida. Yo era soldadora en Electrolux y, si bien a muchos compañeros les costaba entender que sea una mujer, siempre tuve la suerte de tener compañeros que estaban predispuestos a enseñarme. En lo gremial, quien me propone ser delegada era un compañero varón y pensó en mí como una buena oportunidad para representar más a las mujeres en el sindicato. En lo personal no lo he sufrido, pero no puedo dejar de destacar que es un gremio y una tarea muy masculinizada, que cuesta mucho la integración de las mujeres.
—¿Cómo empezaste a trabajar en Electrolux y en la metalurgia?
—Mis primeros trabajos fueron más del lado comercial, era empleada de comercio en 2007 y entendía que tenía que buscar un trabajo que me diera mayores ingresos. Salí a buscar trabajo en las industrias, primero de manera contratada en una fábrica de electrodomésticos y después tuve la oportunidad de ingresar en Electrolux y trabajar como soldadora. Después la posibilidad de ser delegada gremial y tener mi participación en el sindicato.
—¿Cómo te cambió el ingreso al Concejo?
—Ahora ya no represento solamente a los compañeros y compañeras de fábrica, sino que a la ciudadanía toda. Es una responsabilidad muy grande que decidimos asumir con mucho compromiso. Está el desafío diario y cotidiano de hacer lo mejor para que la ciudadanía pueda estar bien representada. Entendemos que los legislativos, si bien no tomamos decisiones para resolver directamente algunas problemáticas, podemos trabajar en proyectos o normativas que hagan que el Ejecutivo llegue adelante. Es muy difícil cuando no sos oficialismo, pero nunca hay que bajar los brazos y siempre tener el foco presente hacia dónde y para quién estás legislando, que son las vecinas y vecinos.

—Ingresaste con el objetivo de representar a las y los trabajadores. ¿Cómo ves su realidad en la actualidad?
—Veníamos con el pensamiento de ser una concejala que tenga ese enfoque y esa mirada particular. Soy presidente de la Comisión de Producción y Fomento del Empleo, pero el contacto cotidiano con los vecinos y vecinas te hace ver otras realidades. Eso hizo que nos empecemos a ocupar de otras cuestiones como, por ejemplo, el transporte público, que entendemos que debe mejorar y ser una prioridad para este gobierno municipal. Impacta directamente en la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras.
—¿Dónde considerás que está el principal inconveniente en el servicio de transporte público?
—La movilidad nunca fue tomada como prioridad. Desde nuestro espacio trabajamos para que el debate de la tarifa del boleto y calidad del servicio pase por el Concejo Municipal. La tarifa es una facultad que ahora tiene el Intendente, pero que debe volver a ser facultad del Concejo Municipal. No sólo tenemos que hablar del aumento de tarifa, sino también de mejorar la calidad del servicio. Hoy es pésimo, las frecuencias son muy elevadas, algunos coches no deberían estar circulando porque están sucios, rotos o no tienen accesibilidad a personas con capacidad reducida, y algunos no ingresan a los barrios. Hay muchísimas cosas para trabajar, no solamente reclamar los mismos recursos que en otras localidades del país, sino tomar como una prioridad y trabajar desde lo local y desde el municipio en mejorar ese servicio que, en definitiva, es para los propios vecinos y vecinas de nuestra ciudad.
También el municipio puede mejorar el servicio de transporte para que una persona no esté tantos minutos en la calle, que la parada esté bien iluminada, que la poda y escamonda permita que esa luminaria ilumine, que las calles estén en condiciones óptimas para la circulación. Son cuestiones que colaboran con la seguridad.
Además, el transporte público impacta en la calidad de vida de la trabajadora y el trabajador porque no es lo mismo que vos llegues tarde por un inconveniente un día al trabajo a que todos los días estés llegando tarde porque el colectivo no llega. Desde perder tu premio al presentismo hasta poner en riesgo tu puesto de trabajo porque a ningún patrón le gustaría y tampoco le conviene que sus trabajadores lleguen a cualquier horario.
—¿Qué se puede hacer desde el Concejo?
—Seguir reclamando y exigiendo al Intendente que realice las mejoras necesarias como, por ejemplo, volver las líneas a su recorrido habitual, que mejore la frecuencia. Desde el Concejo hay otros tipos de proyectos que hablan de distintas modalidades de transporte. Nosotros hemos presentado un expediente para que se extiendan las líneas del trole, que se agreguen líneas con otros recorridos para fortalecer también y cuidar el medio ambiente. Hay muchas cosas que se pueden hacer pero es difícil cuando no formás parte del oficialismo. No importa el color político. Si todos tenemos la mirada hacia el mismo sentido que es que los beneficiados sean los vecinos y vecinas deberíamos trabajar más juntos.
—Sos candidata a renovar tu banca, ¿qué expectativas tenés?
—En esta oportunidad, el desafío es aún mayor porque encabezamos la lista con el apoyo y acompañamiento de distintos gremios. Es muy gratificante porque ya no soy solamente una delegada de la Unión Obrera Metalúrgica sino que soy una representante del Movimiento Obrero en general y de todos los trabajadores y trabajadoras. Es un desafío grande demostrar la fuerza que tiene el movimiento obrero. Estamos dispuestos a asumir ese desafío con mucha expectativa y demostrar que queremos mejorar la calidad de vida de los rosarinos y rosarinas, y de los trabajadores y trabajadoras en particular.
—¿Cómo analizás el panorama electoral a nivel municipal?
—Es un año bastante complejo donde hay muchísima diversidad. Soy una defensora de las Paso porque enriquecen la política y abren un abanico de posibilidades para que la ciudadanía pueda elegir, pero entiendo que hay un exceso. No se lograron consensos que hubieran permitido que la gente pueda elegir entre opciones más fortalecidas o unificadas.
La gente está muy descreída y enojada con la política. Algo habremos hecho para que eso pase, hay que hacerse cargo. También hay que saber leerlo y empezar a modificarlo, a lograr que la gente crea en la política. La mejor manera es escuchar su realidad y trabajar para modificarla. No es lo mismo que te vengan a contar cuáles son las problemáticas que vivirlas. Es algo que tenemos a favor en nuestra lista ya que estamos a diario con nuestros compañeros y compañeras.